Mi Testamento:
Mon Testament:
Mi Testamento:
Mon Testament:

PINTURA:
John Everett Millais
"La muerte
de Chaterton"
Mi Testamento
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"Cuando yo no esté"
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Cuando yo no esté,
espero que nadie
se acuerde de mí,
por ser aquel escritor
de novelas, poesías, relatos...
que vendió muchos libros
o pocos.
Ni que se acuerden de mí
porque escribí tantos libros tan variados.
Tampoco porque hice
tantos videoclips
llenos de muchos dibujos,
fotos y música.
Cuando yo no esté,
espero que nadie
se acuerde de mí,
por ser, a veces,
una persona malhumorada,
como piensan
algunos de mi familia,
pues solo busco estar en paz
la mayor parte del tiempo,
como yo les dejo a ellos,
pues me gusta estar
en silencio,
pensando en muchas cosas...
Cuando yo no esté,
espero que nadie
se acuerde de mí,
por ser algo hostil, ajeno,
en las reuniones familiares.
Pues me gusta estar solo.
Cuando yo no esté,
espero que sí
alguien se acuerde de mí,
de querer ser una persona
como las de antes,
como cuando la gente
respetaba a sus abuelos,
a sus tíos, a sus nietos,
primos, sobrinos...
Pues es este el sentimiento
que yo siempre
busqué en la vida real,
y trato de poner,
en su personalidad,
en los personajes
de muchos de mis libros.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por tratar,
tristemente en vano,
de intentar convencer
a la gente
que la tecnología, el dinero,
la belleza, las apariencias,
las risas burlonas...
no sirven de nada,
si no se tienen
verdaderos sentimientos.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona
que prefería ver,
antes que la televisión,
internet...
simplemente los amaneceres,
los atardeceres,
que el mundo nos ofrece
día a día.
De ser aquel
que supo ver la naturaleza
como algo más importante
en su vida,
pues no hay nada
como ver los primeros
rayos de sol
vistos desde una montaña,
ni como poder sentir el viento,
el cual siempre
me recordó a Escocia,
mi tierra prometida.
O sentir el frío
de las gotas de lluvia,
recordándome siempre
a mi personaje favorito,
María Wilson,
que le gustaba tanto,
siendo su día,
nuestros días,
favoritos.
O sentir el frío
como algo que nos transporta
al pasado,
de cuando no había estufas,
ni aire acondicionado...
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona
cuya principal pasión
era simplemente
hacer curiosas excursiones
por el campo,
como si
de un explorador fuese,
metiéndose entre la maleza
de los bosques,
de los campos...
siempre buscando
algunas pequeñas
ruinas olvidadas
por todo el mundo,
pues son como
"cáspulas del tiempo"
esperando ser descubiertas
y valoradas,
e investigar sus reales
historias...
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona
que buscó por siempre,
durante toda su vida,
el amor verdadero,
de parte de alguna mujer
que nunca apareció,
sino solamente
algunas similares.
Una mujer que
no tenía por que ser
físicamente atractiva,
como, por desgracia,
siempre buscamos
equivocadamente,
sino bella por dentro,
que supiese valorar
románticamente
la vida,
como yo traté de hacerlo
siempre.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona,
aquel escritor,
que trató de llevarse bien
con todo el mundo,
que perdoné siempre a todos,
a todos,
a pesar de hacerme
muchísimo daño,
pues, por desgracia,
siempre me acuerdo
de todo
y no consigo olvidar,
ya que en esta vida
hay mucha gente que falta
muy fácilmente al respeto
y luego nunca se arrepienten,
o si lo hacen,
nunca saben decir "perdón",
aunque yo ya les perdoné
estando en vida.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona
que prefería
recordar lo bueno
de todo el mundo,
de todas las personas,
incluyendo las que
me hicieron mucho daño.
Pues siempre soy
y seré
aquel que recordó
el pasado,
con gran nostalgia.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona
que quiso muchísimo
a su familia y familiares,
incluyendo
a los que ya no están,
incluyendo
a los que nunca conocí,
como mi abuelo paterno
Alfonso,
o mi bisabuela materna
Carmen,
a quién siempre
llamábamos todos
"abuelita Carmen",
o a su marido,
el cual se llamaba Domingo,
como yo,
siendo él un pintor de tumbas,
el cual murió siendo muy joven.
O mis tíos Miguel,
Rafa, Pedro ...
Y tías Carmina, Loli ,
Y amigos...
E incluso gente
que admiro
y admiraré siempre,
como Inma D.S.,
que murió con sólo
30 años de edad...
por la cual daría mi vida
por ella,
si tal milagro
fuese posible,
para que ella pudiese
seguir haciendo sus películas,
dirigir cortometrajes
y todos sus proyectos que
dejó a medias tras su muerte.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona,
aquel escritor,
que trató de inmortalizar
a todos sus seres
más queridos
como personajes de su novela
más importante,
"La promesa"
y su continuación "
El bosque profundo",
en las cuales ellos
están y estarán por siempre...
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona,
aquel escritor,
que en la vida real
trató de ser feliz
junto a la mujer
de su sueños
que nunca apareció,
con la que quiso
formar una familia,
tener un humilde hogar,
tener varios hijos...
viviendo en Escocia.
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
por ser aquella persona,
que escondió "
cápsulas del tiempo"
en algunas partes del mundo,
para que dentro
de unos siglos después,
quizás,
haya alguien
que comprenda lo que quise
ser en esta vida
y nunca me dejaron ser,
ni la sociedad,
ni la tecnología...
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
para que no me entierren,
o si lo hacen,
para estar en una fosa común,
junto a personas desconocidas
que allá suelen enterrar,
como vagabundos
y demás desconocidos,
pues yo siempre fui
un gran desconocido,
a pesar de que todos
creen conocerme,
a pesar de tener
nombre y apellidos
y vivir en una casa
que nunca jamás tendré...
Cuando yo no esté,
espero que
sí alguien se acuerde de mí,
para que cumpla
mi único deseo,
que es ser incinerado,
y de repartir mis cenizas
por muchos lugares,
como un poco de ellas
en las tumbas de todos
mis abuelos,
de mi querida abuelita
Carmen especialmente,
así volveré a estar
junto a ella,
como antes de 1.979,
cuando ella se fue
teniendo yo 4 años de edad,
pero que todavía
la recuerdo muy bien.
Que alguien recuerde
que otras partes
de mis cenizas
estén depositadas
en la Cruz Montigalá,
justo en la parte
sudoriental de la montaña,
cerca de las nuevas casas,
pues allá
mi personaje,
Domi, en mi novela
"La promesa"
encontró a
María Wilson
por primera vez,
entre flores de cardos,
símbolos de Escocia.
Que alguien recuerde
que otras partes
de mis cenizas
en algunos lugares
muy concretos
de Aberdeen,
Glasgow,
Stirling y
Edimburgo (Escocia)
así como sobre
la montaña de
Arthur Seat,
donde siempre
sopla el viento...
Que alguien recuerde
que otras partes
de mis cenizas
sobre las ruinas de
Ca l´Alemany,
las de Cal Coix Busquets,
de la glorieta secreta
que aparece en la portada
principal de
"La promesa",
y algunas montañas
de Badalona,
pues, al igual que en los
anteriores lugares,
es allá donde deseo que
mi espíritu vague.
Mientras tanto,
hasta el día de mi muerte,
que no sé
cuando será...
Seguiré intentando,
buscar en vano,
a la mujer de mis sueños,
alguna María Wilson
o similar,
en las miradas
de algunas mujeres.
Seguiré viviendo
una vida triste...
pero feliz a mi manera,
refugiándome en mis libros,
en un romanticismo infinito
que me hace viajar
en el tiempo
a otras épocas,
y vivir las vidas
de todos mis personajes,
como la mía propia.
Cuando yo no esté,
espero que nadie
se acuerde de mí,
para no hacer llorar
a ninguna persona,
pues no quiero
poner triste a nadie.
Pues en esta vida
hice todo lo que debí
y quise hacer:
que es vivir
con pura pasión,
romanticismo,
aunque nadie
me comprenda.
Pues ser uno mismo
es lo que importa.
© Domingo
Ruiz Aguilera.
(9 junio 2.018)
Mont Testament
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"Lorsque je ne serai plus là”
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Lorsque je ne serai plus là
j’espère que personne
ne se souviendra de moi,
comme cet auteur
de romans, poèmes et histoires…
qui a vendu beaucoup de livres
ou peu.
Ni qu’on se souviendra de moi
pour avoir écrit tant de livres si variés.
Ni pour avoir fait
tant de vidéos
plein de dessins,
photos et musique.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que personne
ne se souviendra de moi,
pour avoir été, parfois,
une personne grincheuse,
comme le pense
certains membres de ma famille,
je veux seulement être tranquille
la plupart du temps,
tout comme je les laisse tranquilles,
puisque j’aime être
au calme,
pour penser à de nombreuses choses…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que personne
ne se souviendra de moi,
pour avoir été hostile, distant,
lors des réunions familiales.
Car j’aime être seul.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère cependant
que quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir voulu être une personne
comme celles d’antan,
comme lorsque les gens
respectaient leurs grands-parents,
leurs oncles et tantes, leurs petits-enfants,
cousins, neveux…
C’est le sentiment
que j’ai toujours
cherché dans la vraie vie,
et que j’essaie de mettre,
dans la personnalité,
des personnages
de beaucoup de mes livres.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir tenté,
tristement en vain,
de convaincre
les gens
que la technologie, l’argent,
la beauté, les apparences,
les rires moqueurs…
ne servent à rien,
s'il n’y a pas
de réels sentiments.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne
qui préférait regarder,
plutôt que la télévision,
ou internet…
simplement le lever du soleil,
le coucher du soleil,
que le monde nous offre
jour après jour.
Pour avoir été celui
qui a su voir la nature
comme quelque chose d’essentiel
dans sa vie,
car il n’y a rien de tel
que de voir les premiers
rayons de soleil
vus depuis une montagne,
ou que de pouvoir sentir le vent,
qui toujours
me rappelle l’Écosse,
ma terre promise.
Ou sentir le froid
des gouttes de pluie,
qui me rappellent toujours
mon personnage préféré,
María Wilson,
qui les aimait tant,
comme son jour,
nos jours,
préférés.
Ou sentir le froid
comme quelque chose qui nous transporte
dans le passé,
quand il n’y avait ni chauffage,
ni climatisation…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne
dont la passion principale
était simplement
les curieuses excursions
à la campagne,
comme si
j’étais un explorateur,
au milieu de la broussaille
des forêts,
des champs…
cherchant toujours
quelques petites
ruines oubliées
par le reste du monde,
car ce sont comme
des « capsules temporelles »
qui attendent d’être découvertes
et appréciées,
et recherchant leurs réelles
histoires…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne
qui a toujours cherché,
durant toute sa vie,
l’amour vrai,
venant d’une femme
qui jamais n’est apparue,
seulement
quelques unes qui s’en approchaient.
Une femme qui
n'avait pas à être
physiquement attirante,
comme, malheureusement,
nous cherchons toujours
par erreur,
mais plutôt belle en dedans,
qui aurait su apprécier
romantiquement
la vie,
comme mois j’ai tenté de le faire,
toujours.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne,
cet écrivain,
qui a essayé de s’entendre bien
avec tout le monde,
qui a toujours pardonné tout le monde,
tout le monde,
malgré
l'immense douleur que cela me procurait,
car, malheureusement,
je me souviens toujours
de tout
et je n’arrive pas à oublier,
puisque dans cette vie
beaucoup de gens manque
très facilement de respect
et ne se repentissent pas par la suite,
ou s’ils le font,
ils ne savent jamais dire « pardon »,
bien que moi je les ai déjà pardonné
lorsque j’étais en vie.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne
qui préférait
se souvenir des bons côtés
de chacun,
de tout le monde,
même de ceux qui
m’ont fait beaucoup de mal.
Car toujours je suis
et serai
celui qui se souvenais
du passé,
avec grande nostalgie.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne
qui a beaucoup aimé
sa famille et ses proches,
même
ceux qui ne sont plus là,
même
ce que je n’ai pas connu,
tel que mon grand-père paternel
Alfonso,
ou mon arrière-grand-mère maternelle
Carmen,
que toujours
nous appelions tous
« mamie Carmen »,
ou son mari,
qui s’appelait Domingo,
comme moi,
qui était peintre de tombes,
et qui est mort très jeune.
Ou mes oncles Miguel,
Rafa, Pedro…
Et tantes Carmina, Loli,
Et amis…
Et même les gens
que j’admire
et admirerai toujours,
comme Inma D.S.,
qui est morte à seulement
30 ans…
pour qui
je donnerais ma vie
si ce miracle
était possible,
si elle pouvait
continuer de faire des films,
de diriger des courts-métrages
et tous ses projets
qu'elle a laissé inachevés à sa mort.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne,
cet écrivain,
qui a tenté d’immortaliser
tous ses êtres
les plus chéris
dans son roman
le plus important,
« La promesse »
et la suite
« La forêt profonde »,
dans lesquels
ils sont et seront pour toujours…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne,
cet écrivain,
qui dans la vraie vie
a tenté d’être heureux
aux côtés de la femme
de ses rêves
qui n’est jamais apparue,
avec laquelle il voulait
former une famille,
avoir un humble foyer,
avoir plusieurs enfants…
en Écosse.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour avoir été cette personne,
qui a caché
des « capsules temporelles »
à certains endroits du monde,
pour que
dans quelques siècles,
peut-être,
quelqu’un
comprendra ce que j’ai voulu
être dans cette vie
et que ni la société,
ni la technologie,
ne m’a pas laissé être…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour les empêcher de m’enterrer,
ou s’ils le font,
pour qu’ils m’enterrent dans une fosse commune,
aux côtés de personnes inconnues
qui sont généralement enterrés là-bas,
comme des sans-abris
et d’autres inconnus,
car j’ai toujours été
un grand inconnu,
bien que tous
pensent me connaître,
bien que j’aie
un prénom et un nom
et que je vive dans une maison
qui jamais ne sera mienne…
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que
quelqu’un se souviendra de moi,
pour honorer
mon seul souhait:
m’incinérer,
et repartir mes cendres
dans de nombreux endroits,
dont une partie
dans les tombes de tous
mes grands-parents,
surtout dans celle
de ma chère grand-mère Carmen,
ainsi je serai de nouveau
à ses côtés,
comme avant 1979,
quand elle est partie
alors que j’avais 4 ans,
mais encore aujourd’hui
je me souviens bien d’elle.
Que quelqu’un se souviendra
de déposer
une autre partie
de mes cendres
à la Cruz de Montigala,
dans la zone
sud-est de la montagne,
près des nouvelles habitations,
car c’est là
que mon personnage,
Domi, dans mon roman
« La promesse »
a rencontré
María Wilson
pour la première fois,
entre les fleurs de chardon,
le symbole de l’Écosse.
Que quelqu’un se souviendra
de déposer
une autre partie de mes cendres
à certains endroits
spécifiques
d’Aberdeen,
Glasgow,
Stirling et
Édimbourg (Écosse)
ainsi que sur
la montagne de
Arthur Seat,
où toujours
souffle le vent…
Que quelqu’un se souviendra
de déposer
une autre partie de mes cendres
sur les ruines de
Ca l’Alemany,
celles de Cal Coix Busquets,
de la place secrète
qui apparaît sur la couverture
principale de
« La promesse »,
et sur quelques montagnes
de Badalone,
car, tout comme pour les
précédents lieux,
c'est là que je souhaite que
vagabonde mon esprit.
En attendant,
jusqu'au jour de ma mort,
dont je ne connais pas
la date…
Je continuerai d’essayer,
de chercher en vain,
la femme de mes rêves,
une María Wilson
ou presque,
dans les regards
de quelques femmes.
Je continuerai de vivre
une vie triste…
mais que je rends joyeuse,
en me réfugiant dans mes livres,
dans un romanticisme infini
qui me fait voyager
dans le temps
vers d’autres époques,
et vivre les vies
de tous mes personnages,
comme la mienne.
Lorsque je ne serai plus là,
j’espère que personne
ne se souviendra de moi,
car je ne veux pas faire pleurer
qui que ce soit,
je ne veux pas
rendre triste qui que ce soit.
Dans cette vie
j'ai fait tout ce que je devais
et voulais faire:
j’ai vécu
de passion,
de romanticism,
bien que personne
ne m’ait compris.
"Car être soi-même,
est tout ce qui compte."
© Domingo
Ruiz Aguilera.
(9 juin 2018)
"Cuando yo no esté" (Mi Testamento) - © Domingo Ruiz Aguilera
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"Cuando yo no esté"
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(Mi Testamento)
"Tan I´m nae there"
-----------
(Ma Testament)
(Traducción al Scots, un idioma escocés)
© Domingo Ruiz Aguilera
Mi largo poema sobre mi Testamento,
que escribí el 9 de junio de 2.018
el cual espero que alguien
lo vuelva a leer,
cuando llegue mi momento,
quizás dentro de 10 o 20 años,
o quizás algo más...
para que recuerde
mi único deseo
que ojalá lo cumpla
por mí.
Este vídeo hace mucho
que lo tenía hecho,
e iba a publicarlo el
26 de noviembre del 2.019,
pero he preferido esperarme
hasta hoy 11 de enero de. 2.020.
Pero no os preocupéis,
pues estoy bien.
Simplemente he querido
publicarlo públicamente,
y no únicamente
en mi web de escritor.
En el vídeo se ven también
algunas portadas de diferentes partes
de mi larga novela "La promesa",
ya que es la más importante
de mi vida,
de entre todos mis libros.
Domingo Ruiz Aguilera